miércoles, 22 de junio de 2011

Jarrones rotos


Personalmente creo que cuando un jarrón se cae y se rompe,no vale la pena el intentar pegarlo y arreglarlo,nunca quedara igual que antes.Es mas poco,o nada,importa lo hábiles que podamos ser a la hora de recuperar y reunir los pedacitos,lo bien que se nos de el reconstruirlo pieza a pieza,siempre quedara a la vista esa pequeña grieta,esa rayita que nos recuerda que sucedió,como y porque el jarrón una vez se rompió.
Por eso,me parece mejor coger y tirar los trozos a la basura,y comprar otro jarrón o aun dejar ese hueco vació,antes que tener a la vista un objeto deforme que ya no nos alegra la vista ni tiene mas utilidad que coger polvo.
Por eso me parece mejor dejar las cosas como han quedado,y lo pasado pasado.
Tarha.

3 comentarios:

Friené dijo...

considero que tienes toda la razón una vez que el ídolo se rompió, descubres que es de barro y no es lo mismo

Anónimo dijo...

Coincido con Friené, difíci recuperar la confianza.

Preste Juan dijo...

No sé, a veces una cicatriz nos ofrece la posibilidad de una nueva realidad, una visión distinta. Y a lo mejor el jarrón sigue valiendo la pena. Claro que todo depende de muchos aspectos.
Un saludo.